El paquete económico del 2010 prevé un alza en impuestos con el objeto de que el gobierno federal incremente sus ingresos tributarios para dicho ejercicio. El paquete fiscal prevé un incremento en la tasa del Impuesto Sobre la Renta (ISR), del 28% pasara al 30% en caso de ser aprobado por el poder legislativo. Además se contempla un nuevo impuesto del 2% al consumo de bienes y servicios, impuesto que sin lugar a dudas repercutirá considerable y negativamente al consumidor.
Además de estos incrementos en los impuestos, el incremento en los combustibles y la reducción de subsidios provocará escalonadamente un incremento de los precios al consumidor, y que se estima alcanzará el 6% y no el 4% que se había proyectado sin las nuevas tasas e impuestos.